miércoles, 10 de marzo de 2010


Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese que se yo, viste?
Salgo de casa por Arenales, lo de siempre en la calle y en mi...
Cuándo, de repente, detras de un árbol, se aparece el.
Mezcla rara de penultimo linyera
y de primer polizonte en el viaje a Venus.
Medio melón en la cabeza,
las rayas de la camisa pintadas en la piel,
dos medias suelas clavadas en los pies
y una banderita de taxi libre levantada en cada mano.
Parece que solo yo lo veo,
Porque él pasa entre la gente y los maniquíes le guiñan,
los semáforos le dan tres luces celestes
y las naranjas del frutero de la esquina
le tiran azahares.
Y así, medio bailando y medio volando,
se saca el melón, me saluda,
me regalo una banderita y me dice:


. . .
Y asi diziendo, el loco me convida a andar en su ilusión super-sport Y vamos a correr por las cornisas ¡con una golondrina en el motor! De Vieytes nos aplauden: "¡Viva! ¡Viva!", los locos que inventaron el Amor, y un ángel y un soldado y una niña nos dan un valsecito bailador. Nos sale a saludar la gente linda... Y loco, pero tuyo, ¡qué sé yo!: provoca campanarios con su risa, y al fin, me mira, y canta a media voz

¡Viva! ¡Viva! ¡Viva!
Loca el y loca yo...
¡Locos! ¡Locos! ¡Locos!
¡Loca el y loca yo

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